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Hace muy poquito tiempo que se me rompió un unicornio de cristal que yo tenía. Estaba limpiando el resto de figuritas de la estantería cuando el unicornio saltó rodando y estrellándose contra el suelo, se hizo añicos su cuernecito. Desde entonces, no es el mismo. antes era muy alegre y tan pronto lo encontraba en la zona donde tengo las figuritas de Lladró charlando animadamente, como en el bosque de los gnomos, pasándoselo a lo grande entre juegos y picardías. Ahora mi unicornio está muy triste y no se mueve de donde el resto de caballitos. procura hacerse el indiferente, procura hacerse el indistinguible, pero a mí no me la pega; sólo yo sé en todo momento en donde se ubica, porque en la frente aún conserva la pequeña protuberancia de donde partía el cuerno. En mi zoo de cristal, el resto de caballitos se porta muy cruelmente con el desdichado unicornio dedicándose a hacerle el vacío, sólo por ser diferente.
Y fueron tantas las veces en las que yo me sentí como mi pobre unicornio... y es que no es fácil ser diferente, pero aún se lleva bien cuando los demás aprecian tu brillo, lo malo es cuando lo pierdes, o no lo pierdes del todo, igual que le pasó a mi unicornio, lo mismo me pasa a mí, que no puedo desprenderme del todo de lo que un día me hizo distinta y por eso se apartan de mí los que son comunes y corrientes, como la hierba, como la maleza, yo busco a alguien especial, esoondido entre el ramaje, alguna flor a poder ser poco común.
#Chica #54 #Oviedo #España
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