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Había una vez unos edificios que eran muy altos y que podían caminar. Entonces había unos vampiros. Uno de los vampiros mordió al mayor de los edificios y se rompió sus colmillos. Luego el resto de los dientes se le cayeron y él comenzó a llorar. Entonces todos los otros vampiros dijeron:
– ¿por qué estás llorando? ¿No eran tus dientes de leche? – y él dijo: – No, eran mis dientes permanentes
– y los vampiros se dieron cuenta de que él nunca más sería un vampiro, así que lo abandonaron. Fin
#Chico #45 #Madrid #España
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